Eugenio Zustovich: «Después de cuatro temporadas he madurado en lo deportivo»

El base cuenta su paso por el club, la lesión por la que tuvo que atravesar y el proceso de rehabilitación que lo mantuvo fuera de las canchas.

Eugenio Zustovich, tiene 21 años, nació en Capital Federal pero vive en Mar del Plata, mide 1,79 y juega de base. “Vivi desde que nací hasta los 6 años en Lanus, Buenos Aires, y de ahi me fui a Mar del Plata hasta los 18 que me tocó venir a Paraná”.

«Mi familia se compone de mi mamá, mi papá, tengo un hermano y una hermana más chicos y una hermana más grande que tiene una hija así que tengo una sobrinita».

Todos lo conocen como Uyi “me dicen así porque de chico me decian Eugi, y mi hermana más grande en vez de decirme Eugi me decía Uyi porque no le salía, y desde ahí me quedó”.

Empezó a jugar al basquet a los 3 años en Club Social Lanus, “primero hubo un intento de que jugara al fútbol, pero cuando vieron que a la pelota en vez de patearla la agarraba con la mano y la tiraba al arco decidieron que el básquet podía ser mejor, aparte mi papá jugó de chico, fue dirigente en el club donde yo arranqué a jugar”. Además de él, sus hermanas incursionaron en la disciplina, una de ellas es profesora de básquet, y su hermano está en las inferiores de Peñarol.

Una vez en Mar del Plata, Eugenio seguió jugando en Peñarol, “hice todas las inferiores ahí hasta que tuve que venir a Echagüe. Me convocaron en 2015, en la temporada de TNA, justo se habia lesionado el base titular que era Gastón Torres”. En Peñarol ya había participado de la Liga de Desarrollo “cuando se me dió la posibilidad de venir no lo dudé. Me fue bien a mi, nos fue bien como equipo así que el club apostó en mi, compraron el pase y esta ya es mi cuarta temporada acá”.

“De Paraná lo que más me gusta es la gente, en el club hay un ambiente muy familiar, muy social, que es algo que en Mar del Plata no hay, fue una de las cosas que más me sorprendió cuando vine. La ciudad en si tiene su encanto, si bien yo vengo de Mar del Plata encontré una ciudad super linda, confortable y con cosas para hacer. La verdad que me siento cómodo. Mar del Plata es una ciudad mucho más grande, con más movimiento social como comercialmente, el tema de la playa, mi familia, mis amigos, son las cosas que más extraño”.

Respecto de sus compañeros de la temporada comentó “se hizo un grupo bárbaro, nos llevamos re bien, no hay inconvenientes, nadie tiene problemas, aunque no se nos están dando los resultados que pretendíamos y queríamos, formar un buen grupo es algo importante porque somos como una familia, nos vemos todos los días, hacemos cosas juntos, viajamos juntos, entonces que se forme un buen grupo y que haya buena unión y buena calidad de gente hace que el día a día se haga mas llevadero y que adentro de la cancha también nos tratemos de la mejor manera”.

En 2017 Eugenio tuvo una dura lesión y se perdió la temporada 2017/18, “fue una rotura de ligamentos cruzados y hasta volver a jugar el primer partido oficial pasaron 8 meses. Tuve una recuperación súper larga, al principio no podía caminar, después a pasos lentos fui mejorando, cambiando las formas de caminar porque me había olvidado de como se corría o se hacían los pasos porque al estar tanto tiempo sin poder hacerlo uno se olvida. Por suerte tuve la oportunidad de hacer la recuperación en mi casa así que estaba tranquilo, podía manejar mis tiempos con la gente que sabía lo que era mejor para mi, para mi cuerpo y para el club también”.

“Durante los 8 meses que estuve parado fue complicado, los primeros 3 meses estuve casi sin movilidad, con muletas entonces dependía mucho de mi familia, que me traigan o me lleven, que me den de comer y todo lo demás. Una vez que logré empezar a caminar y manejarme solo de vuelta cambió eso, ya pude empezar a aprovechar el cuerpo, entrenar, lo que venía haciendo siempre, ahí me volví a sentir cómodo porque podía ir al gimnasio, estuve yendo a kinesiología 5 meses todos los días, ya era parte de la rutina. Más que eso tenía la cabeza puesta en mejorar porque sabía que no podía jugar la temporada que pasó, entonces quería estar bien para ésta”.

Luego de cuatro temporadas uno cambia “he madurado en cuanto a lo deportivo, y personalmente también, antes vivía con mi familia, ahora vivo solo, eso te hace madurar; en el juego, venía de un club donde había grandes jugadores, donde no había oportunidad en la primer división porque había jugadores más grandes con más experiencia, así que al llegar acá fui ganando de a poco esa experiencia, ese roce que hace que mejore tu individualidad y hoy en día me siento un mayor más, un jugador más que puede aportar al equipo al igual que los demás”.

Ídolo: admiro mucho y me intriga Facundo Campazzo, más que nada porque viví de cerca lo que fue su trayectoria en Peñarol, yo estaba ahí cuando el entrenaba, lo veía todos los días, como entrenaba, como se sacrificaba, como dejaba todo por mejorar y ese hambre de ser lo que hoy es.

Con quien jugaría un mano a mano: con mi hermano más chico.

Grupos de wpp: tengo entre 5 y 7 grupos, uno con mi familia, con mis amigos de mar del plata, de los que más uso, y uno con los chicos del equipo que también es concurrido.

Emoji más usado: la carita con los ojitos para arriba.

Compañero de la carrera: Lisandro Ruiz Moreno, si bien es alguien que tenia muchos años en el club y jugaba aca desde chico, desde el primer momento que trató de integrarme y me trató de la mejor manera tanto dentro como fuera de la cancha. Me supo explicar, me supo guiar en el camino que el equipo necesitaba, entonces desde ese punto de vista, yo venia de jugar inferiores a jugar en un club profesional, tener a alguien que te diga por donde tenes que ir y más o menos como es el camino es importante.

Compañero en Echagüe: Franco Barroso, porque somos de la misma ciudad, y cuando estamos allá nos cruzamos, nos vemos, nuestras familias tienen muy buena relación, hay algo extra deportivo de lo que vivimos día a día en el club.

Momento que lo marcó en la carrera: Tuve uno a los 15 años cuando me citaron a una seleccion argentina que aunque no quedé, estaba entre los ultimos cortes. Fue importante. Cuando empecé a entrenar con el plantel profesional de Peñarol y vi como era la movida, de que se trataba. Y por último venir a vivir a una ciudad a 1200 kilómetros de mi casa a jugar profesionalmente también.