El pivot de 37 años, quien asegura “me siento de 28 o 29”, volvió al club con un mensaje para los jóvenes: «los valores que inculca el básquet valen la pena, así que a darle para adelante».
El paranaense tiene 55 años, está casado y tiene dos hijos. Empezó como jugador de básquet en Echagüe y luego como entrenador. Tiene una larga carrera en la disciplina y esta temporada será una vez más Director Técnico de Liga Argentina.